Los tanques de almacenamiento, también conocidos como silos, son construcciones cuya estructura está diseñada especialmente para almacenar materiales a granel y son utilizados en diferentes sectores industriales para el acopio de materia prima de todo tipo. La forma que más comúnmente presentan estas estructuras es la cilíndrica, aunque también pueden ser cuadrangulares o cónicos, y por su posición alargada se asemejan a una torre. Los tanques se construyen con planchas, placas o chapas de un material altamente resistente a agentes físicos y químicos y duradero, como la fibra de vidrio, el metal galvanizado corrugado o liso, el hormigón armado o la madera tratada con productos especiales para protegerla e incrementar su tiempo de vida útil.
Estos elementos, que como ya hemos mencionado, son fundamentales en distintos sectores industriales, originalmente eran utilizados únicamente para almacenar granos y su diseño estaba pensado para que la carga y descarga del contenido se hiciera por la parte superior del tanque. Hoy en día aún se pueden encontrar tanques de un diseño similar a los originales, pero lo más común es que se opte por diseños adaptados a las necesidades de cada entorno en que se utilicen, de modo que puedan almacenar no únicamente productos generados de la agricultura, sino también materiales como arena, sal, carbón, cemento, explosivos o líquidos y que su carga y descarga sea fácil y segura.
Los tanques de almacenamiento se encuentran disponibles en una extensa variedad de materiales con propiedades muy específicas, lo que hace a cada uno de ellos más o menos adecuado para almacenar ciertos materiales o productos y para instalarse en entornos con características ambientales particulares. Por tanto, para la elección del material y diseño de tanques se recomienda evaluar las necesidades de almacenamiento del sector en el que se utilizará, así como el tipo de condiciones ambientales y de uso a las que se verán expuestos. Cabe mencionar que el material y la calidad del mismo determinarán el costo del tanque, su durabilidad y el grado de protección que ofrezcan a los materiales o productos que almacenen, por lo que es un factor de gran importancia y debe valorarse a conciencia de la misma forma que el diseño y capacidad del tanque.
Además del material y diseño empleados para la fabricación de los tanques, su capacidad y sistemas adicionales integrados que pueden presentar son elementos que deben tomarse en cuanta al momento de elegir uno para determinada industria. Hoy en día se pueden encontrar contenedores que integran sistemas de pesaje con capacidades desde 20 hasta 80 toneladas y la mayoría son móviles, para que no se tenga que recurrir a descargar el tanque para trasladar su contenido de un lugar a otro. Los tipos más comunes de tanques son aquellos diseñados para el almacenaje de materiales secos, principalmente en polvo, como el cemento y la arena, pero también es posible encontrar tanques especiales para contener materiales líquidos o incluso gases, pero deben reunir características determinadas que garanticen la seguridad de su uso, por lo que te recomendamos revisar que el tanque cuente con todos los certificados que avalen su cumplimiento de las normas nacionales e internacionales establecidas para el manejo de ciertos materiales.
Los tanques metálicos y los de hormigón son bastante utilizados pues ofrecen buena resistencia y durabilidad y en caso específico de los de hormigón, por el modo en que se construyen, es posible incrementar su capacidad según se requiera y se pueden desmontar para reubicarlos en otro sitio. Los que de son de hormigón con cubiertas de lona hermética también son muy empleados, principalmente en industrias con necesidades de almacenamiento de gran volumen, del mismo modo que los fabricados con tubos de plástico que les da una apariencia de bolsa plástica liviana. Los de madera ya no son tan comunes pues requieren de mayor inversión en mantenimiento para conservarlos en condiciones adecuados, a diferencia de los de fibra de vidrio, que son cada vez más utilizados gracias a que ofrecen muchas ventajas en comparación con otros materiales.
Los tanques de almacenamiento de fibra de vidrio son estructuras hechas a partir de plásticos reforzados con filamentos de vidrio para mejorar sus propiedades de resistencia. Los tanques de este tipo presentan excelentes propiedades mecánicas y relación esfuerzo-peso, por lo que son livianos y fáciles de manipular, lo que facilita las tareas de transporte, ubicación y reubicación. Además, gracias a que son altamente resistentes y duraderos, incluso a la exposición a radiación ultravioleta y condiciones de alta humedad, prácticamente se pueden colocar en cualquier lugar, lo que reduce los costos de instalación en comparación con tanques de otros materiales que requieren de condiciones específicas para mantenerse en buen estado. Este material no sufre deformaciones con el paso del tiempo y en caso de que se dañen pueden repararse sin mayores problemas.
Los tanques de fibra de vidrio para almacenamiento se producen con forma cónica, rectangular, cilíndrica o especial según las necesidades de cada industria y pueden colocarse de manera horizontal o vertical. Este tipo de tanques son adecuados para almacenar alimentos, productos químicos y petroquímicos pero te recomendamos que siempre busques aquellos cuyo proceso de fabricación cumpla con lo establecido por las normas internacionales aplicables para la fibra de vidrio.
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