Una solución muy efectiva contra la corrosión son los barandales de fibra de vidrio, unas estructuras que no sólo resisten el contacto con el agua o productos químicos, también soportan grandes cargas sin que esto afecte su rendimiento y sin que ponga en riesgo a los trabajadores de una compañía industrial.
¿Qué son y para qué sirven este tipo de barandales?
Los barandales son construcciones que sirven como un elemento de protección para ciertas zonas industriales, por ejemplo, escaleras y puentes. Generalmente, están formados por balaustres y un travesaño superior que refuerza el soporte que tienen estos equipos.
Dichas estructuras son consideradas como una protección que se instala a lo largo de los tramos y los descansos de las escaleras que forman parte de una instalación industrial, ya sea una fábrica, una plataforma petrolera, una bodega o cubiertas marinas que no son accesibles para el público.
Todas las barandillas, como también se les conoce, tienen elementos verticales u horizontales que sirven para darle soporte al pasamanos, considerado como el elemento de seguridad para que los trabajadores puedan transitar a lo largo de estos equipos sin ponerse en riesgo.
Por tratarse de estructuras que son instaladas en zonas industriales, en su fabricación se utilizan materiales resistentes, como el acero. Sin embargo, los barandales más recomendables para este tipo de lugares son aquellos que se fabrican con fibra de vidrio, una materia prima de comprobada efectividad.
La fibra de vidrio es el nombre genérico que reciben los plásticos reforzados con fibra de vidrio (PRFV), es un material hecho con diferentes compuestos y aditivos que se utiliza para fabricar productos muy resistentes y capaces de cumplir con exigencias muy específicas del sector industrial.
Por ese motivo, la fibra de vidrio proporciona los siguientes beneficios: un peso ligero, dimensionalmente estable, resistencia eléctrica, anticorrosión y retardante al fuego. Cada una de estas características también es posible encontrarlas en los barandales fabricados con PRFV, por eso son más utilizados a comparación de los que están hechos con acero.
En la actualidad, la fibra de vidrio se utiliza para crear otros equipos indispensables entre las grandes fábricas, como los tanques de almacenamiento que, así como los barandales, están diseñados para colocarse en espacios exteriores sin que esto dañe su superficie o su tiempo de vida.
Tipos de barandales de fibra de vidrio
En instalaciones industriales es común observar uno o más barandales, los cuales permiten que los trabajadores puedan acceder a varios espacios o participen en los procesos de producción bajo condiciones más seguras.
Debido a esta importancia, existen varios tipos de barandales, que se colocan dependiendo de las necesidades que tenga cada empresa.
Barandales de fibra de vidrio Corgrate u Omega
Los barandales modulares tienen ciertas características que los convierten en una de las estructuras que más se utilizan en sitios industriales, una de ellas tiene que ver con su facilidad de armado e instalación, lo que ahorra tiempo y dinero. En el aspecto económico, es de los barandales que tiene menores costos sin que esto afecte su rendimiento.
Un barandal modular es una estructura novedosa porque no requiere de soldadura para integrar cada uno de sus componentes (tramos, bases y accesorios), con poca fuerza laboral y herramientas es posible instalarlo para usarlo de manera inmediata. Además, al estar fabricado con fibra de vidrio presenta una notable resistencia al peso y a la corrosión.
Barandales de fibra de vidrio Modulares
Estas estructuras, fabricadas con 2 o 3 líneas, son recomendables para las empresas que necesitan una superficie semicircular que pueda adaptarse a sus espacios, con la finalidad de generar una mayor eficiencia en cuanto a tiempo y seguridad en la producción o en otro tipo de tareas, por ejemplo, de mantenimiento.
Un barandal con esta característica (semicircular) soporta diferentes pesos y tampoco sufre afectaciones cuando se derraman ciertos líquidos, entre ellos algunos ácidos, ya que la fibra de vidrio hace que su superficie no absorba fluidos que dañen el barandal.
Barandales de fibra de vidrio ASTM F 1092
Otro tipo de barandales hechos con fibra de vidrio son los ASTM F 1092, los cuales están diseñados para instalaciones al aire libre, ya que tienen una alta resistencia a la corrosión y ciertos factores ambientales, entre ellos, la lluvia, el viento, el polvo y los rayos del sol.
Estos barandales también cumplen con los requerimientos de peso, por lo que cualquier tipo de carga puede pasar sobre ellos y no les pasa nada en su estructura. Mientras que su superficie es retardante al fuego, lo que representa otra ventaja para las compañías que instalan estos equipos.
Barandales de fibra de vidrio Corgrate Reforzado o tipo Pemex
Los barandales tipo Pemex se conocen con ese nombre porque su diseño está enfocado en instalaciones donde se realicen actividades petroleras. La fibra de vidrio no sólo contribuye a que sean estructuras sólidas y de buen soporte, también hace que sus refuerzos en pasamanos resistan cargas de hasta 300 kilos.
Al igual que otro tipo de barandales, los Corgrate Reforzados se pueden fabricar con 2 o 3 líneas, esto facilita que las compañías encuentren el equipo que mejor se adapte a sus necesidades. También son capaces de retardar el fuego y tienen una superficie antiderrapante.
Ventajas de este tipo de barandales
Como lo mencionamos al principio, la fibra de vidrio es un material estructural que tiene distintas propiedades, es incombustible, no absorbente y químicamente estable. Por lo tanto, cualquier equipo que se fabrique con esta materia prima ofrecerá varias ventajas y los barandales, no son la excepción.
Una de sus principales ventajas es la seguridad, los trabajadores pueden caminar sobre los barandales sin resbalarse. De igual manera, es posible transitarlos con montacargas y no les pasa nada, ya que la fibra de vidrio les aporta una notable resistencia.
Vale la pena señalar que también son resistentes a los golpes e impactos, esto no altera su estructura y tampoco se corre el riesgo de lesiones entre los trabajadores por piezas que queden sueltas.
Si los barandales están ubicados en espacios exteriores y hay lluvia, no existe peligro de resbalarse y como no absorben el agua y otro tipo de líquidos, no llegan a oxidarse.
